Apagué la radio de muy mala gana.
-¡YA CALLATE! Dices lo mismo todos los días a cada rato-
-Uy como que alguien está de muy
mal humor-
Esa es mi mejor amiga Celeste, le
digo Blue de cariño y de burla también.
A los 18 decidimos rentar un apartamento e irnos a vivir juntas para
tener una vida súper alocada de fiestas pero la realidad tocó a nuestra puerta.
-Claro, tu estas bien tranquila
porque no te pasaste la noche en vela escuchando el bendito concierto de los
vecinos- le respondí a Celeste bastante enojada.
Celeste me volteó los ojos y se
echó a reír.
-No es mi culpa que tengas el
sueño tan ligero como el almuerzo de una modelo-
La verdad Celeste tenía mucha
razón. El más mínimo ruido o rayo de luz me imposibilitaba dormir cosa que
odiaba totalmente. De repente empezó el bendito escándalo de los vecinos otra
vez.
-¡AAAA NOOO! Ya llevan una semana
en esto y yo no me lo calo más- Me
dirigí a mi habitación en busca de un suéter
- Easyyy tiger, take it easy- Me decía
Cele persiguiéndome por todos lados.
Salí como alma que lleva el diablo hacia
el apartamento de los escandalosos del 4F.
No sé si era por el enojo pero
sentía que iba a derrumbar esa puerta de lo fuerte que le estaba pegando, eso
era más molesto que Sheldon Cooper llamando a Peny. Abrió la puerta un chico
alto, blanco y de contextura gruesa con ojos marrones y cabello castaño oscuro.
-¿Si?- Dijo un poco extrañado y mirándome
de arriba abajo
-Mira me haces el favor y- le
alcancé a decir, bueno más bien a gritar
-PIERO TE BUSCAN-
¿Por qué demonios llamaba al tal
Piero? y ¿Por qué no me dejo terminar la frase?. En la puerta se asomó
otro chico también blanco, un poco más bajo y que traía puesto unos lentes de
color rojo.
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